15 enero, 2016

Años después

1er día con el antidepresivo. Las vacaciones del taller de baile, la premenopausia, la genética heredada y la vida desarraigada me tienen en el descalabro total. Eso y el bajón de tener que dejar la marihuana para siempre. Justo cuando se estaban poniendo las tienditas a vender de todo tipo de motas. Qué mala pata. Que escriba un diario, dicen por ahí. Pues el baúl de diarios que tengo es un total bajón y es prueba de que esto no es nada nuevo. Así que creo que voy a tratar de convertirlo en comedia. 
Pero no tengo idea por donde empezar. El humor negro es el único que se me ocurre. Pintar las cosas aún más terribles de lo que son, imaginar qué tan más bajoneante podría ser la situación. Pero no ayudaría para promover el pensamiento positivo que supuestamente debiera cultivar. Me hundiría más porque estoy segura que me voy a creer todo lo que piense que podría ser peor. 
Contemplando la posibilidad de que viendo algo horroroso le agarre cariño a las cosas como son, y como testimonio del estado mental perverso en el que me encuentro, aquí va la sarta de sandeces que según yo son humor negro: quedarme sin pareja, engordar 15 kilos y que mi cuerpo esté totalmente deforme, tener diabetes y tener que ir a hospitales cada semana, perder la vista al punto de no poder pintar, tener que irme a vivir con mi mamá o mi ex marido para que me traten como niña chica, que seré, sí, emocionalmente dependiente sin voluntad para crear, un ente amorfo enfermo física y emocionalmente.
jajaja. 
creo que funcionó.